¡Hola a todos de nuevo!

En esta entrada quisiera recomendarles otra serie, más bien, miniserie. Una que despierta tantas emociones que son difíciles de contener, realmente sentirás que te sacude; me refiero a la producción de Netflix: Así Nos Ven (When They See Us)

“Así Nos Ven” está basada en un caso de la vida real conocido mayormente como ‘Los Cinco de Central Park’. El 19 de abril de 1989, una mujer blanca de 28 años fue atacada y violada brutalmente en este parque neoyorquino.

Esa misma noche, decenas de adolescentes afroamericanos y latinos se encontraban haciendo de las suyas en el famoso parque, algunos tiraban rocas y molestaban violentamente a transeúntes, otros, simplemente observaban. Eventualmente, la policía logró capturar a algunos y fueron trasladados a una estación para ser escarmentados.

Nunca importó quienes estaban agrediendo y quieren eran pasivos testigos, todos fueron tratados por igual: como culpables.

Mientras los adolescentes capturados estaban siendo reprendidos, cerca de la 1:30 de la madrugada, fue encontrada la corredora que fue abusada sexualmente y que permaneció 12 días en coma después de esa noche.

Linda Fairstein, la fiscal especializada en violencia contra la mujer que tomó las riendas de la investigación, se aferró a la idea de que algunos de estos adolescentes eran los culpables de la violación. Sin pruebas, ni confesiones; ella los condenó antes de siquiera levantar los cargos  contra ellos,y se encargó de crear un caso que los enviara a la cárcel.

De ahí en adelante todo se fue al demonio, la policía se encargó de amenazar, mentir y maltratar a los jóvenes hasta limitar la lista a cinco nombres.

Lo más indignante, es que ni siquiera se conocían entre ellos, a excepción de dos que eran amigos y uno de ellos ni siquiera estuvo en el parque esa noche, es decir, ¿cómo es posible que personas que no se conocen, o no estuvieron presentes en el lugar, hayan atacado juntos a una mujer?

Nada de eso importó. Sin presencia de sus padres, ni abogados, Korey Wise, Antron McCray, Yusef Salaam, Kevin Richardson y Raymond Santana (cuatro de ellos afroamericanos y el otro, latino), fueron obligados a confesar un crimen que no cometieron, estos niños de 14 a 16 años, fueron engañados con promesas de salir al día siguiente si admitían que juntos habían violado a la mujer.

Cuando comenzaron los juicios, la fiscalía se percató de que las “confesiones” no coincidían, por lo que dividieron el grupo en dos (3 y 2 acusados respectivamente), para que sus declaraciones grabadas y escritas permitieran adaptarse al caso de la fiscal y lograran una condena.

Sin embargo, sin importar que no había ninguna evidencia física forense, ni testigos, (la corredora despertó del coma sin recordar qué había pasado), y que las ‘confesiones’ se contradecían, estos niños, sí, niños; fueron condenados a prisión.

El mayor, Korey Wise de 16 años, quien nunca estuvo en el parque esa noche, fue condenado como adulto a cumplir 15 años en una presión de seguridad máxima.

Finalmente, en 2002, Matías Reyes, un violador serial que se encontraba encarcelado por sus crímenes, confesó que él era el culpable de la violación y que actuó en solitario.  Dio detalles de la escena del crimen que solo conocían los investigadores y su ADN coincidió completamente con el semen encontrado en la víctima.

Los Cinco de Central Park fueron exonerados, al año siguiente introdujeron una demanda contra la ciudad de Nueva York y lograron un acuerdo que les concedió 41 millones de dólares.

Particularmente, ese dinero no me causó ningún tipo de satisfacción ni alivio como espectadora, al conocer cada detalle de lo que vivieron, antes, durante y después de un juicio que les robó años de vida injustamente, es imposible para mí sentir que exista una cantidad de dinero que pueda compensar los años perdidos, la inocencia destrozada y las secuelas que hasta el sol de hoy los mantienen traumatizados.

No existen palabras que puedan describir lo que cada episodio representa y te hace sentir: rabia, impotencia, tristeza, dolor… una combinación de emociones intensas se vive con cada minuto de cada episodio.

Producida por Oprah Winfrey y Robert De Niro, entre otros; y creada, escrita y dirigida por Ava DuVernay, la dramatización de esta historia me parece una obra maestra, lo que la creadora quiso transmitir con esta producción, lo logró a la perfección.

Si luego de terminar los 4 episodios, quieres conocer un poco más sobre su creación, los actores y los protagonistas de la vida real, hay un programa especial llamado Oprah Winfrey Presenta: Así Nos Ven Ahora, donde con entrevistas y relatos, complementan la historia.

Y aunque les relaté resumidamente los acontecimientos reales, les garantizo que no hay manera de que puedan sentir y comprender lo ocurrido, a menos que vean la miniserie. Las injusticias y prejuicios raciales mostrados en la pantalla, pueden sentirse palpitar en la piel. Invita a la reflexión y el entendimiento de muchas realidades que son necesarias cambiar. Recomiendo que la vean.

Hasta la próxima, les mando un abrazo literario.