#RecomendaciónCinematográfica: El Velo Pintado
febrero 11, 2022Hoy quisiera ofrecerles una nueva recomendación cinematográfica, esta vez de El Velo Pintado, una cinta que vi después de que, curiosamente, cayera rendida por el actor que la protagoniza en una película anterior.
Edward Norton es conocido por ser serio y métodico, que busca reescribir los guiones de las películas para mejorarlas, pero, lo que algunos consideran cómo comportamientos de un actor problemático, yo lo interpreto como alguien que persigue la excelencia.
Claro, no es que mi opinión tenga validez empírica porque no tengo que trabajar con él, solo puedo ver el resultado de sus actuaciones y por ese motivo ser su fan.
Entonces... la calidad de sus interpretaciones no lo convierte automáticamente en un galán de películas, de por sí, él siempre ha huído de las historias de romance contemporáneo. Sin embargo, cuando hizo su primer papel romántico en la película El Ilusionista, se convirtió en mi crush automáticamente.
Por esa razón tuvo sentido que cuando unos años después descubrí que había hecho otra película de época, me dispusiera a verla inmediatamente.
No fui decepcionada, al terminar la agregué a mi lista de producciones de amor favoritas y en esta entrada les hablaré de ella.
Lo primero que quiero mencionar, es que está basada en la novela homónima de W. Somerset Maugham de 1925.
Su título hace referencia a un soneto de Percy Bysshe Shelley de 1824 (sí, el esposo de Mary Shelley -escritora de Frankenstein-) que comienza con la frase: “no levantes el velo pintado al que aquellos que viven llaman vida”
El velo representa una cobertura, una manera de esconder la realidad de las personas o la vida, y esa es la trama central del libro, ver las cosas o interpretarlas de manera equivocada, y cuando levantamos el velo que las camufla, descubrimos que son completamente distintas. Algunas veces nos decepcionan, y otras, nos impulsan a apreciar o amar de una manera que no lo creíamos posible.
La historia se desarrolla en la década de 1920 y nos habla sobre cómo Kitty Garstin, una mujer de la respetable sociedad de Londres, ha evadido casarse por demasiado tiempo de acuerdo a las normas de la sociedad.
Cuando el científico Walter Fane se enamora de ella y le pide matrimonio, se niega al principio, pero al conocer que su hermana menor se iba a casar y su soltería iba a ser la comidilla de sus conocidos, acepta su propuesta y se muda con él a China (Shanghai) donde él trabaja como bacteriólogo en un laboratorio civil.
Kitty no está enamorada de Walter, para ella él es solo un medio para alejarse de los prejuicios de su madre, razón por la cual, cuando conoció a alguien que le pareció más interesante, no dudó en traicionar a su marido teniendo una aventura.
Cuando Walter descubre su infidelidad, cegado por la rabia y con deseos de vengarse, se ofrece de voluntario para proporcionar ayuda médica en una aldea remota devastada por la cólera y la obliga a mudarse con él.
Kitty no está enamorada de Walter, para ella él es solo un medio para alejarse de los prejuicios de su madre, razón por la cual, cuando conoció a alguien que le pareció más interesante, no dudó en traicionar a su marido teniendo una aventura.
Cuando Walter descubre su infidelidad, cegado por la rabia y con deseos de vengarse, se ofrece de voluntario para proporcionar ayuda médica en una aldea remota devastada por la cólera y la obliga a mudarse con él.
Kitty no puede hacer nada por evitarlo, en aquella época un divorcio hubiera destruido su vida.
El meollo de la trama, lo que realmente lo hace tan profunda y conmovedora, es lo que ocurre a partir de ese momento. Cómo ambos maduran, crecen emocionalmente y se descubren cómo seres que tienen algo que aportar en la vida de otros. Cómo las circunstancias levantan el velo que impedía que se conocieran realmente y son obligados a reconocer quién es (o lo que puede llegar a ser) la persona con la que se casaron.
Como he dicho en ocasiones anteriores, tengo una debilidad por las películas (libros & series) de época, y cuando son llevadas con meticulosidad y respetan las formas, me las disfruto aún más.
En el caso de El Velo Pintado, las escenografías y vestuarios son complementados por las extraordinarias actuaciones, y química, de Edward Norton y Naomi Watts.
Vale la pena darle una oportunidad si todavía no la han visto. Está disponible en Netflix.
Hasta la próxima, les mando un abrazo literario.
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