Con la partida de Christopher Plummer me sobrevino una ola de nostalgia y recuerdos hermosos de mi niñez, La Novicia Rebelde representó una parte bonita de mi infancia, verla una y otra vez fue una experiencia satisfactoria que forma parte de este sueño de ser escritora.
Porque la verdad es, que con cada situación que conmueve de una u otra manera, sea una vivencia, una película, un libro o una canción; se alimenta la imaginación, por lo menos ese es mi caso, y esta película despertó emociones que hasta el día de hoy se mantienen vivas.
Antes de continuar con esta entrada, quisiera comentarles que nunca me ha agradado la manera como traducen los títulos de las películas, es una tontería que llamen a este clásico "Sonrisas y Lágrimas", o "La Novicia Rebelde", cuando su significado literal es tan hermoso: El Sonido De La Música (The Sound Of Music).
No puedo evitar llamarla de vez en cuando La Novicia Rebelde, porque así la conocí, pero hoy en día procuro siempre mencionarla y verla en su idioma original, me parece que de esa manera respeto la pureza de todo lo que contiene esta obra magistral, el sentido que quisieron darle sus creadores con cada palabra, cada plano, cada expresión.
En mi cabeza no entra la posibilidad de que existan personas que no hayan visto esta película, pero, previniendo que algunos de ustedes no lo haya hecho, voy a tratar de hablar de ella sin revelar spoilers.
The Sound of Music está basada en hechos reales a pesar de que la historia haya sufrido cambios sustanciales; en la realidad, un capitán viudo se casó con la institutriz de sus hijos, huyeron a Estados Unidos y recorrieron ese país como músicos cantando frente a grandes audiencias.
Hay que destacar que esta cinta, siendo un musical, no es para todo el mundo. Particularmente, amo los musicales y las historias de amor, así que si sus gustos entran dentro de esos dos géneros, esta película es para ustedes.
Sin embargo, hay otro aspecto que hay que considerar, y eso es la cinematografía. Esta producción es realmente una genialidad, estéticamente es muy, muy hermosa. Cada plano, cada fotografía es un banquete visual, se los garantizo. El guion también es fantástico, su mezcla de drama, romance y comedia es perfecta y muy inteligente. Hay actuaciones que son dignas de premios, el elenco fue brillantemente escogido.
Dentro de ese elenco, sin duda alguna, Christopher Plummer es una de las mejores decisiones que pudieron tomar la producción al escogerlo, su personaje y la manera como la interpreta, es realmente icónico. Georg von Trapp es la perfecta combinación entre un ser estricto, correcto, serio, caballeroso que sutilmente manifiesta algunas vulnerabilidades y un gran sentido del humor. Todas esas cualidades no son fáciles de equilibrar, pero este actor, fue un maestro al hacerlo. No imagino a nadie más haciéndolo mejor que él.
Luego tenemos a Julie Andrews, quien, curiosamente, no fue la primera elección del estudio. Cuando leí sobre eso me pareció inconcebible imaginarme otra cara y otra voz cantando "I have confidence" o "My favorite things". Alguna de las posibles opciones fueron Audrey Hepburn (a quien amo, pero no sabía cantar), y Grace Kelly (que es hermosísima pero muy elegante para el papel).
Andrews tiene el equilibrio perfecto entre sencillez, belleza, gracia y estilo, y para complementar toda su distinción, debemos agregar su espectacular talento para el canto. No hubo una mejor elección que ella para el papel.
The Sound of Music es una película familiar para todas las edades, toca temas con los que nos podemos sentir identificados: el amor romántico, el amor familiar, el amor entre amigos, el amor por el país donde se nació. La necesidad de sentirse aceptado y de encontrar nuestro lugar en el mundo, el temor a los cambios y la necesidad de afrontar los problemas y solucionarlos.
Todo esto dentro de un contexto musical, preciosamente armonioso en unos paisajes de ensueño. Tanto las escenas que muestran la espectacular arquitectura de la ciudad, como los hermosos panoramas naturales, nos ofrecen un regalo audiovisual que recomiendo no se lo pierdan. Cada detalle en cada escena es valioso, nada se pierde si se fijan en todo lo que rodea cada encuadre de cámara.
En fin, creo que podría utilizar decenas de párrafos extras contándoles datos curiosos sobre esta película así como su impacto social y cinematográfico, pero prefiero dejarlos para que se vayan a verla.
En serio, si les gusta el cine, su historia, lo que representa como forma de arte y lo que significa en nuestras vidas, The Sound Of Music es uno de los mejores ejemplos de todo lo bonito, innovador y maravilloso de la industria del cine.
Por último, quisiera dejarles mi secuencia predilecta, y lo que considero una de las escenas más románticas de la historia del cine:
Hasta la próxima, les mando un abrazo literario.